Thursday, August 28, 2008

Los músicos somos junkies

En los últimos dos días esta teoría ha sido confirmada rotundamente. Tímidamente había avisado a un par de personas que estaba vendiendo las cosas que ya no vamos a usar (entre ellas todos mi equipo musical), hasta que me decidí a hacer el inventario completo y mandarla a muchos de mis contactos. El resultado en dos días ha sido clarísimo: de 12 personas que me escribieron o llamaron, 10 son músicos. No sólo eso, sino que varios de ellos sonaban desesperados. Comprobado, señores: somos unos junkies.

Review: Palermo

Esta sanguchería existe hace años, si no me equivoco su primer local abrió cerca del mercado de Palermo en La Victoria y poco a poco fue abriendo sucursales.

Siempre he tenido cierta curiosidad por comer ahí, pero no mucha. Debe ser que según los comentarios que han llegado a mis oídos, su fuerte es el chicharrón, que no me gusta. Alvaro sólo había comido este emblemático sánguche peruano una vez en su vida (y fue hace poco) así que decidimos anotar una visita a Palermo en la lista de cosas por hacer antes de irnos.

Aprovechamos uno de esos momentos en los que no queremos volver a la casa sabiendo que no hay nada preparado y nos dirigimos al Palermo más cercano, el de Benavides. Después de leer la breve carta nos decidimos por un pan con chicharrón + chicha (Alvaro) y uno de pavo + jugo de papaya (yo). Mi sandwich estaba más o menos, no le encontré nada del otro mundo, el pan estaba frío y el relleno no era muy abundante. El de Alvaro estaba también más o menos, a él le gustó que el chicharrón estuviera crocante. La chicha estaba fea y el jugo de papaya como cualquier otro. Luego quisimos pedir leche asada y suspiro de postre pero no había ninguno de los dos, así que pedimos una crema volteada (Alvaro) y un guargüero (yo). La miel de la crema volteada era más bien un almíbar medio cítrico y la crema volteada había sido hecha con leche y azúcar en lugar de leche condensada. El guargüero estaba más o menos (más menos que más), prefiero los de Wong.

Alvaro guardó el voucher y lo perdió, así que no puedo poner la cuenta detallada pero recuerdo que fue de S/. 27. El mozo no se hizo accreedor a propina por andar hueveando en la escalera cuando debía estar atendiendo.

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Monday, August 25, 2008

Review: Boulevard 99

Este restaurante tuvo su auge cuando la gente todavía no se animaba a gastar mucho en comida. Supe que existía hace 7 años aproximadamente, por gente de mi ex chamba. En ese entonces el buffet costaba 6 dólares (aproximadamente 21 soles), lo cual era una ganga para los tragones con los que trabajaba.

El viernes pasado fui a almorzar ahí con mis compañeros actuales, el costo ha subido un poco (26 soles) pero aún es barato para tratarse de un buffet. Obvio que no se le puede exigir mucho por ese precio, pero es una opción válida cuando se quiere comer con gente de gustos variados a la que no le gusta gastar mucho en comida.

A continuación, un recuento de lo que recuerdo:

  • Entradas: cebiche mixto, tiradito de pejerrey, verduras, causa de pollo, papa a la huancaína, etc.
  • Fondos: seco de res, frejoles, arroz, arroz con pollo, carapulcra, papitas rellenas, olluquito, ravioles, lomo saltado, etc.
  • Chifa: tallarín saltado, chaufa, platos dulces y salados, min pao, siu mai, wantanes, etc.
  • Parrilla: anticuchos, brochetas de pollo, chuleta de chancho y pollo a la brasa.
  • Postres: gelatina, fruta, crema volteada, mini brownies, mini tartaletas, mini eclairs, mini milhojas, mazamorra y arroz con leche. Además hay derecho a pedir una porción de picarones o de helado.

De lo que comí me gustó el cebiche mixto y el seco. Lo demás estaba cumplidor (menos el lomo saltado).

Las bebidas no están incluidas y, como en todo buffet, son un poco caras.

Finalmente terminé pagando un dineral porque decidí invitar a uno de los dos agasajados por falta de quorum en el evento.

Al del cumpleaños le cantaron happy birthday con una torta enorme, no era una porción, sino una torta rectangular en miniatura, de unos 18 x 20 cm, que se veía proveniente de una pastelería misia. No la probamos porque a esas alturas ya estábamos a punto de estallar, así que el amable mesero la entregó en un descartable para llevar.

En conclusión, volvería a este restaurante sólo si es idea de alguien más. Si depende de mí, prefiero gastar más y comer más rico.

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Thursday, August 14, 2008

Review: Malabar

Hoy es un día especial: el cumple de Alvaro, y encima, el último en Lima. Como es costumbre, vino a buscarme a la oficina para invitarlo a almorzar. Pensé que, al igual que el año pasado, iba a escoger comida japonesa, pero para mi sorpresa escogió ir a Malabar cuando lo tuvimos en frente (antes del almuerzo estuvimos en Basadre, haciendo transacciones bancarias).
Me di el gusto de marcar otro restaurante de mi lista de pendientes como visitado, rankeándolo con un 5 (de 5). El lugar, a mi parecer, es A1 en todos los sentidos. Pero vayamos por partes.

El sommelier José Bracamonte nos recibió con una sonrisa y nos preguntó si deseábamos beber algo o ir directo a comer. Escogimos lo segundo, dado que tenía que volver a trabajar. De otro modo habría dejado que me sugiera algún espumante como aperitivo.

La atención es buenísima. Todos los mozos son amabilísimos y siempre se acercan con una sonrisa. El lugar es bonito, aunque me pareció que había un choque de estilos un poco extraño: por el color de las paredes y el mobiliario tiene un aire juvenil, pero algunos detalles de la decoración (vasos de estilo antiguo, animales disecados) y la música avejentan el ambiente.

La carta está muy bien hecha, como era de esperarse, tiene suficientes opciones como para satisfacer todos los gustos pero no cae en la repetición. Después de unos breves minutos decidiendo qué pedir mientras disfrutábamos nuestros jugos, decidimos escoger sólo platos de fondo para poder pedir postre si quedaba espacio. Alvaro pidió ravioles rellenos de carnes blancas horneadas con foie gras y yo doncella a la parrilla con caracoles de río, salsa de chorizos y puré de yuca. Los platos tardaron un poco en llegar, signo de que buena parte de la preparación se realiza al momento. Durante la espera llegaron las cortesías: causitas con aceite de perejil servidas en cucharas chinas y pancitos tibios con mantequilla. Además nos cambiaron los cubiertos por los adecuados para nuestro pedido.

Finalmente llegaron los esperados platos. La vajilla va con el aire moderno y elegantón del lugar, nos sirvieron en platos de pasta blancos y bastante amplios. Las porciones son mesuradas, como esperábamos, el tamaño justo para cuanto acostumbramos comer. A Alvaro le ofrecieron parmesano para sus ravioles y se lo rallaron directamente sobre la pasta, demostrando una vez más la categoría del lugar. Ambos platos estuvieron exquisitos. Decir que estuvieron buenísimos sería poco, fue una explosión de sabor en cada bocado.

Luego pedimos la carta de postres, la cual en realidad era una carta de sobremesa, que incluía cafés, licores bajativos y puros. Como la comida nos había dejado espacio para un postre por cabeza me di el gusto de ordenar algo con chocolate: un volcán. Alvaro pidió la tres leches quemada con helado de queso de cabra. Los postres tardaron unos minutos y llegaron a la mesa con una presentación impecable. Estuvieron deliciosos.

Llegó la hora de pagar la cuenta, pese al elevado monto no me dolió firmar el voucher porque valió la pena cada centavo. Es obvio que para el común de los mortales no es un restaurante para almorzar todos los días pero sí es altamente recomendable darse un salto por ahí alguna vez en la vida.

Tres leches S/. 18.18
Volcán chocolate S/. 18.18
San Luis con gas S/. 3.79
Jugo de frutas (x 2) S/. 13.64
Cubierto (x 2) S/. 12.12
Ravioles rellenos S/. 28.79
Sudado de doncella S/. 33.33
---
Subtotal S/. 128.03
IGV S/. 24.31
% rec. cons. S/. 16.67
---
Total S/. 168.97

Malabar
Dirección: Av. Camino Real 101, San Isidro
Teléfono: 4405200

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Wednesday, August 13, 2008

Review: El Merlin de Cabo Blanco

Ayer fuimos por enésima vez a celebrar un cumpleaños de la chamba al Merlín de Cabo Blanco. Es un restaurante piurano que queda cerca de La Romana de Pezet, específicamente en la cuadra 15 de la Av. César Vallejo.

La primera vez que caímos por ahí fue por iniciativa mía. La media de sueldos en esta empresa es mucho menor a la de mi chamba anterior (al menos de la gente con la que suelo celebrar cumpleaños) así que siempre hay que andar buscando restaurantes triple B y que además queden cerca de la chamba porque algunos tienen jefes intolerantes.

Así que un día la misión era conseguir un restaurante de pescados y mariscos que pudieran pagar todos los asistentes (descartado uno de los favoritos de TSS: Segundo Muelle), así que mi idea fue buscar hacia la otra margen de la Javier Prado. Encontré dos o tres, pedí que me envíen las cartas por fax y juzgando por la rapidez del envío y la página web me arriesgué a sugerir El Merlín de Cabo Blanco.

El local es bonito y suficientemente amplio como para aceptar varias reservas grandes. La atención a veces no es tan buena y una vez me ha llegado el plato frío, pero fuera de eso es un restaurante que vale la pena visitar.

Generalmente hay canchita con chifles de cortesía, esta vez no hubo chifles. La chicha es riquísima, tiene un saborcito a higo que, según he escuchado, es algo típico piurano.

Ayer tomé un chupe de mariscos muy bueno. El plato es gigantesco en circunferencia, no tanto en profundidad, pero igual la cantidad que alberga es contundente. Es bastante espeso y tiene una buena cantidad de mariscos (calamar, pulpo, langostinos, conchas). Viene con huevo frito en lugar de pochado y tiene un sabor no tan criollo, sino más bien suave. Resultó ser la elección perfecta para estos días fríos y costó 18 soles, muy buen precio para semejante platazo.

En otras ocasiones he comido:

- Cebiche de pescado y conchas negras: muy rico pero un poco picante.

- Arroz arrecife (S/. 22.50): viene moldeado en forma de pescadito, con una salsa de mariscos buenaza y pulpa de cangrejo.

- Cangrejo reventado (S/. 19.50): plato típico de Trujillo, básicamente un ají de huevo y pulpa de cangrejo servido en el caparazón del cangrejo, con su yuyo encima. La primera vez que probé este plato fue en un restaurancito de Lince del mismo nombre al que fui un par de veces cuando chambeaba y estudiaba cerca de ahí. Me gustó, así que pensé que en el Merlín tendría aún mejor sabor, suposición que comprobé con gusto.

- Arroz al olivar con pulpo (S/. 27.00): mi única de decepción del local. Como he dicho anteriormente el pulpo al olivo es una de mis entradas favoritas pero por alguna razón el sabor de este plato específico no me convenció. Me parece que las aceitunas no eran de buena calidad y que el pulpo estaba demasiado duro.

- Tamalito verde (S/. 5.00): un "must" cuando sólo pido cebiche, para no quedar con hambre. Muy rico, con todo el estilo piurano.

- Otros platos que recuerdo haber probado (siempre con el permiso de su dueño) son: arroz marino (S/. 17.00), chaufa de mariscos (S/. 16.00), jalea limeña (S. 18.00), chita al ajo (S/. 28.50), todos muy ricos y en la cantidad justa.

El Merlín de Cabo Blanco
Dirección: Av. César Vallejo 1502, Lince
Teléfono: 4700327
web:
http://elmerlin.com/

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Tuesday, August 12, 2008

Review: Mavery

El domingo en la noche, después de una reunión de trabajo del centro, surgió la idea de ir a comer "unas empanaditas" a Mavery. Alvaro y yo ya habíamos comido ahí antes así que atracamos al toque, al igual que los demás. Una vez sentados en la acogedora mesa hecha de tronco pedimos una empanada para cada uno (nosotros quisimos compartir una de cangrejo y una de langostinos pero tuvimos que reemplazar la no habida de langostinos por una de tres quesos). Además pedimos una pizza Mavery Especial (salame, chorizo, aceitunas verdes, champiñones, creo que tocino y algo más) para compartir, a la cual los comensales despistados pueden acceder a la sugerencia de la carta de agregar ají de gallina pero sería un total desbarajuste para mi gusto. Para tomar pedimos media jarra de vino de la casa (La Estancia, argentino, cabernet con malbec) que empezó siendo para 2 y terminó siendo para 4, además de gaseosas y chicha para algunos.

No hay mucho que comentar del lugar, todo lo que he comido en este restaurante me ha parecido delicioso y el ambiente es de lo más acogedor. Las empanadas (fritas, al estilo argentino de los dueños) son espectaculares, en especial las que tienen mariscos, que cuestan 6 soles cada una. Las otras (choclo, tres quesos, cebolla, ají de gallina, carne, pollo) cuestan 5 soles. La pizza costó cerca de 32 soles, la media jarra de vino 12 soles, un precio super bueno para un vino que se dejó tomar muy bien por no ser muy tánico sino más bien ligeramente dulzón.

La cuenta salió un poco más de 80 soles y fue pidida en 5 partes iguales para evitar complicaciones.

Mavery
Dirección: Av. del Ejército 182, Miraflores
Teléfono: 4413134

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Monday, August 11, 2008

Review: Doña Gladys

No, no se trata de un review sobre mi mamá o mi hermana. Se trata del restaurante que algunos bloggers gastronómicos recomiendan, uno de esos huariques que abundan en Lima y poco a poco se van haciendo conocidos. Este lugar queda cerca de donde vivimos ahora, así que fue elegido para el almuerzo sabatino. Queda muy cerca del cruce de la Av. Ayacucho con Los Tallanes. Tiene apariencia humilde, de típico restaurante de menú, aunque sus precios no lo sean tanto.

Luego de un vistazo a la carta (un papel impreso y enfundado en una mica para no desentonar con los mantelitos de comedor de diario) hicimos el pedido: pulpo al olivo para compartir, chupe de pescado para mí y lomo a lo pobre para Alvaro, con su respectiva jarra de chicha. Pronto vino la canchita sin sal con un salero al costado, muy buena idea para dejar el punto de sal al gusto del comensal.

El pulpo a la oliva estuvo más o menos. Para mi gusto la salsa tenía demasiada mayonesa y no debería tener rocoto. Además debió haber tenido galletas de soda en lugar de Doré (para un sabor más neutro) y no llevar papas ni pimientos. Igual el plato estuvo vacío pronto porque el hambre apremiaba. Poco antes de que esto sucediera llegó mi humeante plato de chupe. Estaba rico, pero del pescado tenía sólo el caldo, pensé que iba a venir con un buen filete.
El plato de Alvaro era enorme, como para 2. El sabor estaba bien, aunque he probado mejores. Tuve que ayudar a Alvaro con varios trozos de carne y papas fritas para no desperdiciar, no podíamos pedir que la envuelvan para llevar porque teníamos que ir al hospital a ver a mi papá.

En general me pareció un restaurante decentón pero un poco caro para la calidad de los platos. A continuación, la tacuen:

Pulpo al olivo 17.5
Chupe de pescado 15.5
Lomo a lo pobre 22.5
Jarra de chicha 11

Doña Gladys
Dirección: Doña Virginia 103, Urb. Los Rosales, Surco
Teléfono: 4493009

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