Monday, October 19, 2009

Review: Efendy

Octubre es un mal mes para hacer dieta en Sydney. Aparte de los inevitables cumpleaños (3 en la primera semana, incluyendo el mío), se celebra el festival Crave Sydney, todo un mes lleno de cosas por ver, hacer y probar. Hay de todo un poco, incluidas exposiciones de arte y un festival latino al que no fuimos, y por supuesto, mucha comida. Las opciones son interminables y todos los días hay potencialmente algo distinto que probar. Lamentablemente, la billetera y el cinturón tienen un límite, así que hay que escoger.

Nos aplicamos la primera dosis calórica el sábado 10. Acudimos al llamado de una oferta llamada "Let´s do brunch", en la cual varios restaurantes ofrecen menús de brunch (desayuno-almuerzo) los fines de semana por $25. Gladys propuso ir a Efendy, un restaurante turco que queda en Balmain (un suburbio del Inner West). Llegamos muertos de hambre a las 12:30 pm, después de una sesión de corte de pelo para Alvaro en casa de Gladys. Al llegar nos ubicaron en el segundo piso y nos explicaron cómo funcionaba la cosa. La oferta incluía un meze (piqueos) para compartir, un plato al escoger, té o café. Rápidamente escogimos un plato cada uno para probar distintas cosas y las bebidas (café turco para Gladys y yo, té de manzana para Alvaro). Tratamos de distraer nuestro apetito mirando la extraña decoración del lugar pero todo esfuerzo fue en vano, los platos de comida que iban dirigidos a otras mesas sólo incrementaban el dolor en la boca del estómago.

Finalmente llegaron las bebidas, era la primera vez que probaba el café turco y me pareció muy rico, aunque la taza muy pequeña. El té de Alvaro estaba buenísimo, vino con una rama de canela adentro, completando así uno de los más clásicos combos de sabores. Por fin llegó el meze: platitos con tomate en aceite de oliva y orégano, pepinillo, aceitunas negras y verdes, queso feta, tajadas de carne de res curada llamada pastirma, pan turco y mermelada de cereza y de fresa. Todo riquísimo (y para nada dietético).

Después llegaron los demás platos que comimos en este orden:
  • Kallavi – 3 huevos fritos, unas salchichas turcas rectangulares con sabor muy parecido a salchichas de Huacho (se llaman sucuk y estamos tratando de buscar dónde comprarlas), champiñones, tomates, pastirma y más pan turco.
  • Kiymali - estofado de cordero molido con tomates, una especie de bolognesa de cordero con más huevos fritos encima.
  • Kaygana – panqueque al estilo del Mar Negro con higos poché, nueces y miel de uvas.

Gladys pidió un té de fresas adicional.

Creo que lo que más me gustó y sorprendió fue la "salchicha de Huacho", seguida por el panqueque que estuvo buenazo. En general fue una experiencia diferente (y abundante) que definitivamente valió la pena probar.

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