Sunday, August 15, 2010

Torta helada

Una de las cosas que me ha llamado la atención últimamente acerca de las costumbres alimenticias australianas es la escasa popularidad de la gelatina. Las cajas acá traen dos sachets, cada uno de los cuales rinde 2 tazas de gelatina. En comparación, la perucha gelatina Royal viene en dos tamaños, de los cuales el grande (el más usado) viene con un solo sachet que rinde 6 tazas. La gelatina en Perú es un postre super popular, no sólo en los hogares sino también en los menús corporativos y de restaurante. Por lo que he podido ver, los postres más populares en Australia son más tipo keke o torta.

A mí no me aloca la gelatina. No me desagrada pero no en mi opinión no tiene ningún aporte nutricional, así que sólo la como cuando tengo que: en episodios fuertes de gastritis, cuando tengo algún tipo de malestar estomacal o cuando no puedo comer sólidos (de acuerdo con mi experiencia pasada: ortodoncia, extracción de amígdalas y de muelas de juicio). Aún en esos casos, a veces he preparado mi propia gelatina, más saludable, usando agar-agar y alguna infusión (hierbaluisa, por ejemplo). Sólo en unas pocas excepciones usar comidas procesadas tiene sentido para mí.

La semana pasada ocurrió una de esas excepciones: el cumpleaños de Alvaro. Un par de semanas atrás él mencionó que se le había antojado torta helada. La archiconocida torta de estructura super simple (pero un poco trabajosa para preparar) que se encuentra en cualquier panadería o pastelería de Lima pero acá no existe. A mí no me parece la gran cosa pero a Alvaro le encanta, así que decidí preparar una para su santo.

El primer desafío fue la gelatina. Como todos saben, el sabor más popular en Perú es fresa (con fresas frescas y/o piña enlatada), pero a él le gusta la versión de durazno (gelatina y trozos de fruta). Fui al supermercado más cercano y no había gelatina de durazno "normal", sólo la "light" de durazno y albaricoque. Chequeé en otros dos supermercados pero tampoco había. Compré un paquete de la de durazno-albaricoque para probar. Tuve que ajustar la cantidad de agua y añadir gelatina sin sabor para lograr un sabor aceptable.

El siguiente desafío fue los duraznos en almíbar. En Lima, según recuerdo, toda la fruta en conserva se vende en almíbar. Acá, la gran mayoría se vende en jugo. Aún no entiendo cómo los peruanos tenemos menos problemas de sobrepeso si carecemos de todas las opciones saludables que hay acá. En fin, necesitaba los duraznos en almíbar para humedecer el bizcocho con el almíbar. De nuevo fui al supermercado más cercano, pero todos los frascos y latas de duraznos tenían jugo. La marca "de la casa" tenía sólo albaricoques y ensalada de frutas en almíbar. Felizmente fui a otro supermercado y encontré los dichosos duraznos, también bajo la marca "de la casa".

El último desafío fue armar la torta. El proceso toma tiempo, así que decidí dividirlo en 2 días. El jueves en la noche, ni bien llegué del trabajo, preparé la mitad de la capa de gelatina y la puse en el molde para que cuaje mientras yo iba al gimnasio.

Jelly layer



Cuando volví acomodé los trozos de durazno y eché la segunda mitad de la gelatina con cuidado para que la fruta no se desacomode, puse el molde en la refri y salí de nuevo.

Sliced peaches and jelly



Ni bien volví a casa preparé y horneé el bizcocho. También metí una lata de leche evaporada a la refri.

El viernes después del trabajo corté el bizcocho en dos. Luego preparé la gelatina batida, eché aproximadamente la tercera parte al molde, humedecí una mitad del bizcocho con almíbar y lo coloqué sobre la gelatina batida. Luego puse más duraznos sobre el bizcocho más el resto de la gelatina batida. Luego coloqué la otra mitad del bizcocho, humedecido con almíbar, sobre las demás capas. Metí el molde a la refri para que cuaje durante la noche.

All layers



Al día siguiente desmoldé la torta pasando un cuchillo por los bordes y después poniendo el fondo del molde en agua caliente por unos segundos.

Torta helada

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Thursday, August 05, 2010

Mes patrio en Sydney

Cuando vivía en Lima nunca le di mucha bola a las fiestas patrias, sólo me interesaban los feriados. Nunca vi el desfile oficial ni el corso de Wong (ni siquiera en TV) y mucho menos el discurso presidencial. Ahora que vivo fuera, 28 de Julio se convirtió en la excusa perfecta para preparar y comer comida peruana. Y como se me han estado antojando tantos platos, decidí declarar a Julio el mes de la comida peruana.

Todos sabemos que la comida peruana no es muy saludable que digamos. Es mejor que la comida rápida pero casi todos los platos están cargados de almidones. Esa es la razón principal por la cual decidí no cocinarlos todos los días. La otra razón es que algunos ingredientes son muy caros o imposibles de encontrar acá, así que tengo que dosificar los que tengo en casa.

Preparé el primer plato tres domingos atrás para el almuerzo y cena del día siguiente. Fue un pollo a la brasa "bamba" (cocinado en horno convencional porque no tengo horno "pollero"), marinado con romero, sal, pimienta, comino, sillao, cerveza negra, vinagre, ajo en pasta y ají panca en polvo. Salió rico pero diferente del verídico. En lugar de comerlo con papas fritas, herví papas en cubos durante 5 minutos, las rocié con sal y aceite de oliva y las cociné en el horno. También añadí una ensalada de col con aderezo asiático quedó perfecta con el pollo.

Pollo a la brasa



El segundo plato fue picante de mariscos, que comimos ese miércoles. Usé caldo de langostinos en lugar de caldo de camarones y queso fresco en lugar de queso Paria. Quedó casi como hecho en Lima. Lo serví con arroz blanco graneadito, broccolini y vainitas.

Picante de camarones



Ese viernes comimos asado con puré. También estuvo rico, pero diferente al que cocinaba en Lima porque acá las cebollas y los ajos son mucho más fuertes. Usé unas papas australianas que supuestamente son buenas para puré, pero nada que ver con nuestras papas amarillas o huayro.

Asado con pure



El día central fue el domingo 25. Mi hermana y yo preparamos el almuerzo y brindamos con algarrobina.

Algarrobina



Hicimos una ensalada de lechugas mixtas, pepinillo, tomate y palta simplemente aderezada con sal, pimienta y jugo de limón, además de seco de cordero, frejoles cocinados con un poco de tocino, ají de gallina y arroz blanco. Con la algarrobina no hizo falta postre.

Lettuce, cucumber, tomato and avocado salad


Seco de cordero, frejoles, aji de gallina, white rice



Alvaro llegó tarde del trabajo y almorzó. Luego vimos el debate pre-electoral en la tele y antes de que termine empecé a preparar los piqueos para las respectivas chelitas nocturnas. Hice salsa huancaína con queso haloumi (porque el queso fresco que había guardado de la semana anterior se malogró) y yuquitas fritas en mantequilla. También comimos los choclitos que compré en Tierras Latinas pero estaban medio duros. La salsa y las yuquitas estuvieron buenazas.

Yuquitas fritas, huancaina sauce, choclito, malt beer



El 28 de Julio fui al centro budista. Normalmente cenamos juntos los miércoles antes de la meditación (o cualquier otra cosa que hagamos), así que me ofrecí para cocinar ese día. Usualmente preparo un plato de fondo y postre pero cambié el postre por ensalada para cuidar la línea. La ensalada tenía espinaca bebé, choclo amarillo, zanahoria rallada, palmitos, palta, vinagre balsámico y aceite de oliva (del mega balde de aceitunas que ha estado en la despensa del centro desde hace algún tiempo).

El plato de fondo fue lomo saltado. Yo marino la carne con ajo en pasta por algunos minutos antes de saltearla (mientras va tomando temperatura ambiente) y aparte del sillao claro, agrego sillao oscuro y salsa de ostión. Usé papas de bolsa que vienen congeladas y se cocinan al horno porque no tenía tiempo de prepararlas de cero. El arroz, por supuesto, lo cociné con ajos doraditos y sal. No tenía culantro para decorar, así que usé perejil.

Lomo saltado



El único vegetariano presente comió una versión con hongos shiitake (mucho mejor que con soya texturizada!).

Ese viernes preparé arroz con pollo "a la norteña", o sea arroz con pato pero con pollo. La diferencia con la versión casera de todos los días es que las presas se marinan en chicha de jora y cerveza negra por algunas horas y esta marinada va a la olla junto con el fondo de pollo, el aderezo cocido, zapallo rallado, arroz, culantro licuado, sal y azúcar rubia y se deja cocinar a fuego lento para que el arroz absorba todo el líquido y sabor. A media cocción se agregan las presas selladas. Yo le agrego zapallo en cubitos unos minutos antes de que esté listo y lo sirvo con arvejas blanqueadas y pimiento morroneado. Salió espectacular. Preparé bastante, así que lo comimos en la cena del viernes, almuerzo del sábado (con una ensaladita de lechugas mixtas, tomate y jugo de limón) y cena del sábado.

Mixed leaves and tomato salad, arroz con pollo



En la tarde del sábado preparé el único postre criollo del mes. La mayoría de postres peruanos son muy dulces y medio problemáticos para preparar, no porque sean altamente elaborados (como una torta Ópera, por ejemplo), sino porque toman mucho tiempo. Pero mi antojo de comer un combinado pudo más. Preparé mi arroz con leche de la manera clásica (cocinando el arroz en agua infusionada con cáscara de naranja, canela en rama y clavo), le eché pisco mosto verde (se me pasó un poco la mano pero quedó buenazo) y le agregué sólo pasas (nada de coco rallado!). La mazamorra fue todo un reto. Acá no hay maíz morado (está prohibido de ingresar al país), así que usé chicha Negrita en sobre. La herví con cáscara de piña hasta que agarró sabor (lástima que no hay membrillo fresco acá) y la espesé con almidón de papa porque no he encontrado almidón (harina) de camote. Agregué pasas, guindones y orejones. Quedó bastante decente, nada que ver con una mazamorra Vega pero peor es nada.

Combinado: arroz con leche y mazamorra morada



El domingo pasado compré pescado para esta semana. El calamar estaba barato y había almejas bebé congeladas que necesitaba para hacer caldo, así que los compramos y preparé un chaufa de pescado y mariscos para el almuerzo. Lo comimos con una ensaladita de lechugas mixtas, palta y jugo de limón.

Mixed leaves and avocado salad, arroz chaufa de pescado y mariscos



Incluí este último plato en el "mes de la comida peruana", aún cuando oficialmente ya era Agosto, porque fue mi último día de abuso de carbohidratos. Seguiré preparando platos peruanos aproximadamente una vez a la semana, pero trataré de escoger los más sanos, o al menos de evitar los almidones como acompañamientos.

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