Wednesday, May 31, 2006

Quinto día de invalidez parcial

Este es el quinto día con yeso, el quinto día de sentirme inútil, desesperada por no poder hacer nada, preocupada porque no puedo trabajar bien desde mi casa y no voy a poder ir a clases esta semana ni dar los exámenes finales. El dolor ya no molesta tanto, sólo en las noches. Me refiero al dolor del dedo fracturado, porque existe el dolor en la pierna izquierda (la pierna inútil que ahora es lo único que me sostiene), el dolor en el poto por estar sentada todo el día y el dolor en la muñeca derecha por los abusos que sufre como compañera de mi pierna izquierda en la difícil tarea de movilizarme y mantenerme en equilibrio durante las tareas más difíciles (ir al baño, bajar y subir escaleras y bañarme).

Así, en medio del aburrimiento y las preocupaciones (BDS ya corre en mi laptop pero necesito una base de datos que aún se está cocinando en la oficina), me animé a tomarme un descanso y agarrar mi guitarra (la Ibanez, que estaba más cerca) después de 5 meses... nunca había dejado de tocar por tanto tiempo. La encontré llena de polvo y desafinada. Luego de una breve limpieza y afinada me puse a tocar lo que estaba sonando en el Winamp, "Lejos de casa" de ANIMAL y luego "Sol". No fue como empezar de nuevo, de hecho me sorprendió que todavía me acordaba de esas canciones y las de GRimA, que tengo que practicar para el concierto del 17 de junio, la despedida de la banda como todos la conocieron: con Wilson y conmigo. Algo me dice que tendré que prescindir de los saltos en ese concierto...

Friday, May 26, 2006

El nuevo cinturón vino con yeso

El camino del taekwondo es de longitud variable, dependiendo del interés de cada uno. Cada uno decide cuando termina, lógicamente lo más sensato es que no termine nunca y seguir entrenando fuerte toda la vida. Desde que empecé, en octubre del 2004, veía los grados avanzados como algo lejano, y eso no ha cambiado. Pero cada vez que llego a uno de esos grados me doy cuenta de que aún me falta mucho. Creo que esa es la mayor motivación para seguir adelante.

Hoy di el quinto examen, de verde punta azul para verde. Estoy fuera de forma (entrenar, trabajar y estudiar de lunes a viernes agota a cualquiera) así que me cansé un poco más que de costumbre. Pero el cansancio fue lo de menos hoy. Me llamaron para pelear contra Angela (quien estaba dando examen de punta roja para rojo) en pelea 2 a 1. Todo bien, algunos golpes pero nada que mi cuerpo no esté acostumbrado a recibir. Hasta que mi dedo gordo del pie derecho fue impactado por alguna parte muy dura del cuerpo de Angela. Dolió, así que bajé la vista y vi que el hueso se había salido de su sitio. Cojeé a un lado del dojang y el sabonim Ann (el juez del examen) jaló el hueso para intentar ponerlo en su sitio. Decidí aguantar el dolor (que no era mucho porque estaba sentada) y esperar al final del examen y la despedida.


El d?a del examen: yo, Sandra, Rosa, Melissa Posted by Picasa


Con Yoryi Posted by Picasa


Con Lucho y el saboni Ann Posted by Picasa



Cuando terminó todo bajé a bañarme. Bajando las escaleras me di cuenta de que me dolía más de lo que pensaba. Salí del gym y tomé un taxi a la Clínica Internacional, cuya sala de emergencias ya había visitado antes por otra lesión del tkd. Esta vez se demoraron mucho más y finalmente, cuando el médico vio mi placa me dijo que tenía una fracturaza en la primera falange. Era la primera vez que veía una fractura en una placa, así que no sabía que todas esas rayitas negras significaban que mi falange estaba en pedacitos. El doctor me puso yeso, una bota que me va a tener fuera de combate durante un buen tiempo. Tengo 21 días de descanso médico, que sé que no se van a hacer efectivos en el trabajo. Pero lo que más me preocupa son los exámenes finales en la escuela. No sé cómo diablos voy a cocinar en muletas. Espero que los chefs se apiaden de mí.

Hell's Kitchen, 1 mes después

Un poco más de un mes ha pasado desde la primera venta de postres de este pequeño proyecto que lleva como nickname "Hell's Kitchen". Creo que la incepción se basó en varias cosas. Por un lado, mis ganas incontenibles de probar recetas de postres que luchaban contra mi bolsillo y mi estado físico. Por otro, mi ego gritaba desde adentro "los míos son mejores" cada vez que veía los postres de Erika, la chica que vende sánguches y postres en el edificio donde trabajo. Finalmente se sumaron los motivos-excusa (o motivos-floro): practicar más las técnicas de pastelería y sentar las bases para un futuro negocio. No importa por qué, el hecho es que con unas cuantas recetas probadas y otras sin probar pero que se leían bien nació Hell's Kitchen, nombre que sólo yo conozco porque no sé qué tan buena acogida pueda tener un postre que tenga un sticker con esa leyenda en el gran porcentaje de gente que no sabe qué michi es Dream Theater o que no tienen idea de que Hell's Kitchen es un barrio en New York. De hecho, entre mis clientes actuales sólo sé de dos que entenderían el por qué del nombre, así que por el momento prefiero mantenerme en el anonimato de marca.

Tengo que confesar que me demoré un poco para decidirme y empezar con el asunto. Me daba palta pasar la voz acerca del pequeño negocio. Me daba palta que se entere algún jefe y me haga roche. Me daba palta llevar algo que no guste. Pero un buen día, en complicidad con mi hermana, me lancé a la piscina. Empecé probando una receta de brownies (que dicho sea de paso, ya ha sido reemplazada por otra marcadamente superior) que se vendieron en el trabajo de mi hermana. Estuvieron más o menos y los envases no eran los ideales, pero los compraron. Lo siguiente fue tres leches con durazno. Se vendieron en la oficina de Gloria y llevé 4 a la mía para degustación gratuita. Tuvieron buena acogida aunque los envases seguían siendo inapropiados, sobre todo por tratarse de un postre tan húmedo. Luego, tratando de ordenar el proceso, hice una encuesta. No tanto para saber qué vender y qué no vender, porque ya tenía las posibilidades más o menos acotadas, sino para que me dijeran cuáles de las opciones preferían. La mandé a algunos de la oficina - los primeros en entrar en mi lista de "El postre de hoy" - y respondieron. Así me di una idea de qué hacer primero, qué combinar con qué (porque hago dos postres cada vez) y qué días llevarlos.

No ha pasado mucho tiempo pero creo que Hell's Kitchen va por buen camino. Mejores envases, ingredientes de la misma calidad a menor precio, mayor eficiencia, una lista de destinatarios de los mails que sigue creciendo (aunque las chicas han pisado el freno por el aumento de calorías). Pero vale la pena el esfuerzo cada vez que se acaban los postres entre las 9:30 y las 11 de la mañana y celebro el éxito de una venta más escuchando Hell's Kitchen.

Monday, May 22, 2006

I want it all... and I want it now

Es un problema querer hacerlo todo. Mientras que hay tanta gente que realmente no tiene nada que hacer y se la pasa viendo tele/chateando/conversando/etc., yo tengo que hacerles "adiós" a todas las oportunidades que pasan en frente a mis narices, sólo por la falta de tiempo. Sería todo tan simple si dejara mi trabajo. Simple y bonito. Sería lo máximo. El gran peso de encima esfumado en el acto, no más llamadas, no más mails, no más SQA, no más analizar, no más programar. En cambio, chambear de pie muchas horas al día en una cocina bajo las órdenes de algún chef malhumorado pero irse a la casa sin preocuparse de la versión del día siguiente ni el locate que no funciona. En cambio, tener tiempo para entrenar con tranquilidad, recuperar el físico para pelear en alguna que otra competencia, tocar de nuevo, trekkear de vez en cuando. El día que me quite de TSS yo misma organizo mi despedida.

Friday, May 05, 2006

Hell's kitchen

Hace unos días inicié una aventura nueva. No me gustaría cortar la idea ahí pero creo que conviene explicar el uso del término "aventura". Así que:
-- abre paréntesis
Los que me conocen saben que he hecho muchas cosas en la vida. Sin embargo no me considero experta en nada porque creo ser una fiel exponente del lema "el que mucho abarca poco aprieta". Pero me gusta meterme en todo, experimentar qué se siente hacer cosas que me llaman la atención. Así, he pasado por unos pocos deportes (de los que sólo he tomado en serio al basket, tennis y taekwondo), por ser abanderada en la escolta, candidata al consejo estudiantil del colegio, vender kekes en las asambleas del LHS, meterme en un concurso de dibujo, escribir poesía, escribir cuento, participar en los juegos florales de la universidad, tocar teclado, guitarra y batería, formar bandas y meterme en concursos con ellas, estudiar locución, vender polos en la calle, etc.
-- cierra paréntesis
Mi penúltima locura conocida fue romper palitos con mi carrera (no del todo aún, pero ya está decidido) y prepararme para entrar con todo al mundo de la gastronomía. Y la última, que es más bien una consecuencia de la otra, empezó hace muy poco y consiste en vender postres en mi oficina y la de mi hermana Gloria. Todo empezó observando a la competencia. Vi que había mercado. Pensé que sería una buena forma de seguir practicando sin matar a mi familia de sobredosis de azúcar. Dejé de lado el tema "negocio", porque ahora no me interesa ganar dinero sino experiencia. Por supuesto, hice mis tablas de costeo de receta, considerando un buen margen para lo no valorizado, pero finalmente no importa si no me hago millonaria en esta etapa. Tal vez en la siguiente :P