Monday, May 11, 2009

Trekking de despedida

Habíamos preparado un trekking como nuestra despedida del Perú para el fin de semana largo del 1 de mayo. El plan original era salir viernes y sábado para descansar el domingo pero finalmente quedamos en salir el sábado y regresar el domingo. Revisamos varias rutas en internet y se decidió (intentar) ir a la Meseta de Quincheycocha, en San Mateo de Otao (Huarochirí).

La idea era partir temprano (tipo 07:00) de la casa, pero Suemi y Polaco trabajan los viernes en la noche, así que acordamos partir aproximadamente a las 08:00. Rodrigo y Vanessa llegaron a esa hora y nos contaron que la cocina no encendía. Pensamos que podía ser por la falta de combustible, así que echamos más bencina en el balón pero nada. Rodrigo desarmó parte del mecanismo para tratar de limpiarlo, después de un buen rato de mantenimiento improvisado, prendió.

Alvaro y Polaco fueron a buscar taxis pero nadie quería ir al Ovalo Santa Anita, así que siendo las 09:00 partimos con nuestras mochilas a tomar taxis en Benavides. A las 09:20 llegamos al óvalo y tomamos dos colectivos a Chosica. Aproximadamente a las 10:10 llegamos al parque Echenique; en el paradero de combis y coasters que queda frente al parque había una combi con destino Canchacalla. La combi arrancó a las 10:30, en una hora llegó a Tapicara, nuestro paradero final. Ahí empezamos a caminar por la pista afirmada con destino a Santa Cruz de Ucros, donde realmente se inicia la ruta. En el camino comieron una chirimoya madura que había caído de uno de los muchos árboles que están a ambos lados del camino (yo no comí porque no me gustan las chirimoyas ni las guanábanas). Esta primera parte, siendo objetivos, era pan comido. Sin embargo, las 2 semanas de diarrea de Alvaro, la falta de sueño y de experiencia de Suemi y Polaco y mi tendinitis en las rodillas y dolor en el psoas derecho, hicieron que pensemos en desertar.

Llegamos a Ucros a las 13:10. Nos sentamos un rato a descansar y comer algo (panes con queso, galletas). Lo que seguía eran 2 horas de caminata hasta un lugar plano y quién sabe cuántas horas más hasta la famosa meseta, donde normalmente se acampa. Decidimos subir las 2 horas y acampar en el primer punto.

Durante la subida nos preguntábamos constantemente si queríamos seguir o no. Nadie quería ser el culpable de que todos volvamos, así que continuamos hasta llegar al primer lugar plano. Eran entre las 15:00 y las 16:00. Armamos las carpas, Rodrigo y Vanessa recogieron un poco de agua y le echaron pastillas desinfectantes. La tarde empezaba a enfriar; Polaco juntó ramas para hacer una fogata, luego meditamos un rato, cenamos y nos acostamos tempranísimo.

En la noche dormimos regular, como siempre que acampamos. Lo bueno es que no hizo mucho frío, ya que estábamos 2700 m.s.n.m. Despertamos a las 06:40, nos lavamos la cara con agua helada y tomamos desayuno. Después de desarmar el campamento, Rodrigo y Vanessa fueron a un poblado cercano para averiguar las posibilidades de retorno. La primera era la ruta oficial: subir hasta la meseta y descender desde ahí hasta Songos. La segunda era volver sobre nuestros pasos. Rodrigo y Vanessa escogieron la primera y los demás la segunda, y luego de la foto de despedida partimos los dos grupos a las 09:30.


Llegamos a las 10:30 a Ucros, compramos plátanos en una bodega y descansamos unos minutos. A las 10:45 partimos nuevamente por la pista afirmada, llegamos a las 12:00 a Tapicara en donde nos informaron que debíamos bajar un poco más para esperar la movilidad de regreso a Chosica.

A las 12:30 llegamos al paradero en la bifurcación entre San Juan de Lanca y Tapicara. Vimos como subían combis, coasters, station wagons y escarabajos VW con dirección a San Juan de Lanca y ninguno regresaba. Los pobladores nos explicaron la razón: el fútbol dominical. Decidimos esperar un poco más porque supuestamente una combi debía pasar por ahí entre las 13:00 y 13:30. Esperamos hasta las 14:15, era probable que ningún carro bajara antes del fin de los 5 partidos (a las 18:00 aproximadamente), así que emprendimos el retorno a pie. Habían pasado 15 o 20 minutos y escuchamos un claxon: era una de las coasters que ya iba de regreso a la ciudad.

A las 15:30 llegamos a Chosica, como ya se nos hizo costumbre a Alvaro y a mí, fuimos a almorzar a Don Alberto. Luego tomamos un taxi que nos trajo directamente a la casa.

Vimos que el carro de Vanessa ya no estaba en la cochera, aún cuando habían seguido la ruta "larga" de regreso, llegaron antes que nosotros. Después nos contaron que la subida a la meseta había sido rápida y fácil pero el descenso, terrible, super empinado.

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