La penúltima vez que salimos a almorzar Gloria, Aníbal, Alvaro y yo, gastamos mucha plata. Pensamos que tal vez era hora de ir a sitios más tradicionales, en pleno centro de Lima, donde se come bien y se paga poco. El lugar elegido fue el archi conocido Bar Cordano, en Ancash con Carabaya.
Fuimos el sábado a la hora de almuerzo. No estaba lleno pero había gente, local y extranjera. Nos habían recomendado el pan con jamón (según dicen el mejor de Lima). Después de una revisada a la carta, bastante criolla y con precios no tan económicos como había imaginado, nos tomaron la orden. Acá cabe detenerse un poco en el mozo, evidentemente alguien que "vino con el local", un señor con bastantes años encima, que no escuchaba bien, tenía las las uñas largas y sucias, y como prueba de la calidad de su servicio, tiró las servilletas y cubiertos en la mesa en lugar de colocarlos con delicadeza. En fin, pedimos un par de panes con jamón del país para probar, una jarra de chicha y los siguientes fondos: tallarines verdes con apanado (yo), cabrito al horno con frejoles (Aníbal), tacu tacu con apanado (Alvaro) y picante de langostinos (Gloria).
El mozo no anotó el pedido, como tantos otros con la experiencia necesaria para no hacerlo, pero tuvo que regresar a confirmar el plato de mi hermana porque, como era de esperarse, su memoria ya no es tan buena como hace décadas.
Los panes con jamón llegaron rápidamente. Estaban ricos pero no espectaculares. Al menos no estaban tan buenos como los del Juanito, el Boliviariano y el Queirolo. Luego llegaron los fondos (cada uno por separado, pero tal vez es mucho pedir en un local así que la cocina mande todos los platos de la comanda juntos). Mi plato estaba rico, tal vez con exceso de aceite en el bisteck pero todo bien de sabor. Igual el de Alvaro. En el costillar de cabrito de Aníbal la poca carne que había estaba dura. El picante de langostinos de Gloria estaba distinto a lo que esperaba, la salsa era bastante más líquida que la de un picante tradicional, pero el sabor estaba bien.
Luego de unos minutos de comer y conversar, vi que Aníbal separaba sus frejoles con el tenedor. Preguntó "qué es esto?" señalando unas cositas negras en su plato. Luego de verlas bien nos dimos cuenta de que eran gorgojos y que no habían dos ni tres sino un montón en los frejoles. Al toque Alvaro revisó su tacu tacu y vimos que también tenía gorgojos. Inmediatamente dejamos de comer, estábamos totalmente asqueados porque todos habíamos probado los frejoles y/o el tacu tacu. Llamamos a un empleado del local y le dijimos que la comida tenía bichos. Tuvimos que repetirlo porque no escuchaba (lo cual debe ser normal cuando todos los que atienden son veteranos) y nos dijo que iba a llamar al mozo. Él tampoco escuchó al comienzo, luego nos dijo "les cambio los platos" sin inmutarse ni pedir disculpas. Obviamente no aceptamos y nos paramos. Fuimos a quejarnos con el administrador del local, quien tampoco reaccionó como gente; no sólo no pidió disculpas sino que quiso cobrarnos los panes con jamón (el mozo quería agregar la chicha). Antes de retirarnos indignados y, por supuesto, sin pagar un centavo, tomé unas fotos de los platos con "proteína extra".
Lástima que muchos de los comensales que estaban en el restaurante en ese momento eran extranjeros y no entendieron nuestra queja (mucho tuvo que ver que los empleados del local no se inmutaran frente a ellas). Por lo pronto los cuatro ya estamos avisando a nuestros allegados que no vayan al Cordano.
Labels: Reviews
3 Comments:
No vuelvo al Cordanoooo!!!
Jaja
Que pena por ustedesssss
Pero Cordano es tradición, y las n veces que he idoo me han atendido biennn k raro???
Y por k solo tomaron fotos a los platos?? y no tomaron fotos al establecimiento???
Uhmmm sera cierto lo k kuentan???
Bueno, si quieres puedes visitar mi perfil en Facebook, ahí creo que subí la foto grupal que nos tomamos antes de que llegue la comida.
Post a Comment
<< Home