Wednesday, September 23, 2009

Picnic time

Uno de mis recuerdos de infancia es jugar a la comidita con los sets de picnic que mis hermanas y yo teníamos. Jugabamos en el jardín de la casa porque nunca llegamos a ir a un picnic de verdad, ni uno solo en 31 anos de vivir en Perú. En cambio, sólo llevo tres meses y medio en Sydney y ya he ido a dos, que dentro de dos semanas serán tres. Los picnics son una de las muchas tradiciones australianas relacionadas con el aire libre, especialmente porque hay hartos parques y playas públicas con todas las facilidades del caso (mesas, parrillas, tachos, baños, etc.).

El primer picnic al que fuimos fue en la playa Edwards, al costado de Balmoral Beach, en Mosman, al noreste de Sydney. La pasamos mostro con algunos amigos de Skillmax (curso gratuito de cómo mejorar la búsqueda de trabajo para migrantes) y sus parejas/familias. Nos organizamos los días previos vía Facebook y no faltó nada: una mesa enorme (cortesía de los contribuyentes); el mantel (Susy); jamones, queso, pan, jugo, vino y copas descartables (Susy, Virginia y Eduardo); dips, chips de maíz, galletas saladas, vino y vasos descartables (yo); pizza hecha en casa, ensalada y gaseosa (Andrea y Alice); pie hecho en casa, platos y cubiertos (Tobi y pareja); más queso y vino (Angélica). De más está decir que sobró comida y vino. Ese día el clima no se enteró de que aún era invierno y el termómetro marcó 28 grados.

El segundo picnic fue el domingo pasado en el parque de Lane Cove. Fue el baby shower de Santiaguito, el hijito de Néstor y Fanny, programado para la segunda semana de Octubre. Fuimos un montón de peruanos (algunos con hijos) y algunos venezolanos. Había empanadas, triples, causa, panes con chorizo, ensalada de frutas (fresas, kiwi, melon y uvas), cheesecake, gaseosas, jugos y las chelas de ley. Cuando ya nos íbamos a ir nos enteramos de que había arroz con leche pero ya no quedaba espacio para más!

El plan era jugar voley pero para mi buena suerte la pelota estaba medio desinflada. Lo que sí hicimos fue pasear en bote, hicimos tres grupos de cuatro personas. El mejor remador fue Alvaro en su primer turno, supo mantener la dirección y avanzó bastante rapido. Los demás hicimos nuestro mejor intento; fue divertido ver gente remando al revés o en zig zag, los patas descansando mientras las chicas remaban, etc.

Despues de "parquear" los botes, los próximos papás abrieron los regalos entre los clásicos "ooohhh!" de los asistentes. A Santiaguito le esperan buenos regalos, incluyendo una alcancía! Aproximadamente a las 5 nos fuimos del parque, pensamos volver otro día para hacer una caminata (nos han dicho que hay rutas de 2, 5 y 24 horas).

El próximo picnic será el 11 de octubre con la gente de la empresa, estaré posteando los detalles más adelante.

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