Phowa en Colombia (2/6)
26 de febrero 2009
Nos despertamos a las 7:30. Después de bañarnos y alistar nuestras mochilas seguimos el llamado de la campana que afortunadamente no sonaba para indicar el inicio del rosario sino del desayuno. En el comedor nos encontramos con la gente y rompimos el ayuno nocturno con pan de yema, mantequilla, mermelada, huevos revueltos, queso fresco desabrido, café con leche y chocolate con leche.
Los buses nos llevaron al centro de retiros. Afortunadamente Pedro de Venezuela nos había conseguido un sitio más adelante, aproximadamente en la mitad de la gompa. Ahí nos acomodamos y empezó la primera sesión del día.
El almuerzo estuvo rico, bien casero como la cena del día anterior: frejoles negros con arroz y salchicha, ensalada (apio, tomate, etc.), salsa no picante, plátano frito, refresco y postrecito empaquetado. Me di cuenta de que los dulces no son el fuerte en Colombia.
Después de un descanso en el que tomé varios vasos de café y comprobé que mi gastritis es producida por el trabajo, volvimos a la gompa para la siguiente sesión. En medio de la sesión empezó a llover. Justo encima de nosotros había un hueco parchado con duct tape, que evidentemente no fue suficiente para frenar las goteras. Tuve que moverme adelante, al lado de una chica con la que ya habíamos estado conversando, para no terminar con el pantalón empapado.
Terminada la sesión fuimos a cenar. Nos dieron pasta tubular con pomodoro y carne de res molida, parmesano, ensalada y refresco. Todo muy rico. Ya no recuerdo qué día nos dieron qué dulce, pero en un par de oportunidades hubo cocaditas para mi mala suerte.
Luego volvimos al seminario para un reparador descanso.
Nos despertamos a las 7:30. Después de bañarnos y alistar nuestras mochilas seguimos el llamado de la campana que afortunadamente no sonaba para indicar el inicio del rosario sino del desayuno. En el comedor nos encontramos con la gente y rompimos el ayuno nocturno con pan de yema, mantequilla, mermelada, huevos revueltos, queso fresco desabrido, café con leche y chocolate con leche.
Los buses nos llevaron al centro de retiros. Afortunadamente Pedro de Venezuela nos había conseguido un sitio más adelante, aproximadamente en la mitad de la gompa. Ahí nos acomodamos y empezó la primera sesión del día.
El almuerzo estuvo rico, bien casero como la cena del día anterior: frejoles negros con arroz y salchicha, ensalada (apio, tomate, etc.), salsa no picante, plátano frito, refresco y postrecito empaquetado. Me di cuenta de que los dulces no son el fuerte en Colombia.
Después de un descanso en el que tomé varios vasos de café y comprobé que mi gastritis es producida por el trabajo, volvimos a la gompa para la siguiente sesión. En medio de la sesión empezó a llover. Justo encima de nosotros había un hueco parchado con duct tape, que evidentemente no fue suficiente para frenar las goteras. Tuve que moverme adelante, al lado de una chica con la que ya habíamos estado conversando, para no terminar con el pantalón empapado.
Terminada la sesión fuimos a cenar. Nos dieron pasta tubular con pomodoro y carne de res molida, parmesano, ensalada y refresco. Todo muy rico. Ya no recuerdo qué día nos dieron qué dulce, pero en un par de oportunidades hubo cocaditas para mi mala suerte.
Luego volvimos al seminario para un reparador descanso.
Labels: Budismo
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