Tuesday, April 10, 2007

Semana Santa en Huancaya, Vilca y Laraos

Había escuchado hablar de Huancaya desde hace 2 años, cuando fuimos a Choquequirao. César ya había ido y quería regresar. Desde entonces escuché a otros hablar de Huancaya (cada vez se hacía más popular entre los destinos "impopulares" sólo para trekkeros) y vi varios álbumes de fotos, entre ellas las de un fotógrafo profesional. El lugar se veía alucinante, pero seguí la consigna de "ver para creer".

La ruta de trekking TSS/UPC tenía como meta de Semana Santa llegar a Huancaya y Vilca por la ruta del Pariaccaca, pero dada nuestra pobre performance en las salidas previas decidimos no ir y buscar una salida alterna, mucho más light (incluso barajamos la posibilidad de un viaje común y corriente, de esos con city tour y hoteles cómodos). Feliz y oportunamente, César me pasó el programa de Mario López para Huancaya, Vilca y Laraos. Mario organiza salidas con un grupo de gente "de peso" (ya no tan jovencitos como los upecinos con los que solemos trekkear), así que el plan sonó perfecto. Además, el costo era menor en comparación con otros grupos que tenían el mismo itinerario. César también se apuntó para la salida, con Silvana y Dieguito.

Acá vale la pena hacer un paréntesis para los muchos que no saben qué es Huancaya (no es la esposa de Huancayo, por si acaso) ni dónde queda. Extracto del programa enviado por Mario: "En el sudeste del departamento de Lima se encuentra la provincia de Yauyos, la misma que tiene 33 distritos. Dentro de ellos sobresalen Huancaya y su anexo Vilca, para muchos los lugares más hermosos de todo el departamento, y una de las zonas de mayor belleza escénica del Perú. Entre los 16 kilómetros. que separan Huancaya de Vilca, se encuentran un conjunto de interminables cascadas, bosques y lagunas; éstas últimas bajan como esclusas formadas por pequeñas cataratas de aguas blancas que contrastan con el increíble color verde de las lagunas. Destacan las de Huallhua, Huarimarca y Huascacocha. En la parte alta de Vilca se encuentra la laguna Papacocha que forma una impresionante caída de aguas cuyas rocas se cubren con enormes superficies de un musgo verdísimo, y enmarcada por un bosque de quisuares, chachacomos y queñuales."

Llegar a Yauyos, que en el mapa se ve tan cerca de la capital, no es nada fácil. Hay que recorrer ciento y pico kilómetros de la Panamericana Sur y otros ciento y pico más de la carretera que pasa por Cañete, que en gran parte es trocha y va de subida. No cualquier carro puede hacer el recorrido.

Nos encontramos el jueves 5 de abril a las 6 am en el parque que está detrás de lo que fue el cine Orrantia, con nuestras mochilas, sleepings y bastones. A los pocos minutos llegó el transporte: una coaster y una van. Cargamos el equipaje en la parrilla de la coaster y nos ubicamos en la misma. A las 7 am, con casi todos a bordo (menos dos personas a quienes recogimos en el camino) partimos rumbo a Yauyos.

Jueves 5 de abril

07:00 Inicio de la ruta, por la Panamericana Sur. Paramos unos minutos en el grifo que está antes del peaje.

08:10 Paramos en el grifo de Asia para ir al baño.

10:00 Paramos en Lunahuaná para tomar desayuno en el restaurante "Mi Rosedal". La carta no era muy surtida, pero el desayuno estuvo bueno. Cabe mencionar que es el único restaurante en el que he visto el item "Porción de hielo" (a 3 soles) en el menú.


11:35 Ya bien desayunados retomamos nuestro rumbo. En un punto (no recuerdo el kilómetro) se acaba el asfalto y empieza la trocha. El lugar es bastante desértico y el camino es disparejo, de modo que todo vehículo que pasa por ahí levanta una cantidad impresionante de tierra. En gran parte del recorrido en la trocha cabe un solo vehículo, así que Noé, nuestro conductor, debió retroceder muchas veces para ceder el paso.

15:40 En una zona de piedras y agua (típica de comercial de autos 4 x 4) se quedó la van atorada. Tuvieron que bajar todos los ocupantes y logró pasar. Atrás iba una Nissan Xtrail que también sufrió para pasar, con lo cual quedé decepcionada de dicho vehículo.

17:20 Pasamos por Llapay. En el programa se había contemplado almorzar ahí si había comida, pero era un pueblo casi fantasma, así que pasamos de largo.

17:50 Paramos veinte minutos en Tinco Alis para cargar combustible al estilo de los pueblitos del interior: con galonera y embudo.

18:23 Las subidas del terreno y la mala calidad de la gasolina vencieron a nuestra coaster. Tuvimos que bajar y caminar ciertos trechos.

18:42 Pasamos por el Puente Vilca.

19:12 Pasamos por el pueblo Vitis.

19:30 Llegamos a Huancaya! Los alrededores de la plaza estaban llenos de carros estacionados (la mayoría 4x4), con lo cual comprobé mi sospecha de que el lugar se está haciendo conocido y nos enfrentamos al problema del hospedaje. Los pocos que hay en ese pueblo tan pequeño tenían habitaciones ya ocupadas por los que llegaron antes que nosotros. Mario hizo las coordinaciones necesarias con Ninoska (no era rusa, por si acaso), quien atendía el hospedaje que habíamos reservado. Nos consiguió habitaciones en otros hospedajes y unas personas de la dirección de turismo nos prestaron un salón municipal. Mario repartió a la gente según el orden de inscripción a la salida. A nosotros (César, Silvana, Diego, Alvaro y yo) nos tocó una habitación con cuatro camas, bastante decente. El baño era común y tenía ducha eléctrica... pero no había corriente. Acomodamos nuestras cosas y fuimos al restaurante "Tradición" (de la familia de Ninoska) para cenar. Alvaro y yo comimos una trucha buenaza a la parrilla, que vino con arroz, papa, choclo con mayonesa y huevo frito (pedido por nosotros). Los precios estaban bastante cómodos (sopa a S/. 2.50, picante de carne a S/. 2.00, la trucha a S/. 6.00 y S/. 7.00 con huevo). Lo único que no convenció fue el mate de coca que estaba transparente. César empezó a mencionar la frase "un verdadero trekker..." para aludir a cosas que se suponen que un verdadero trekker debe o no debe hacer. Por supuesto, la conclusión fue que ninguno de nosotros es un verdadero trekker.

Viernes 6 de abril

06:00 Luego de despertarnos a las 04:00 con la alarma del celular de César, dormimos hasta las 06:00. A esa hora me bañé con agua helada, una vez más como otras tantas en la sierra. El dueño del hospedaje nos comunicó que teníamos que dejar el cuarto que estábamos ocupando porque estaba reservado para una familia. Nos acomodó en dos cuartos de dos camas cada uno, mucho menos cómodos que el anterior (sobre todo el de los Lozano, que tenía piso de tierra).

07:30 Tomamos desayuno en "Tradición". Alvaro y yo nos dimos el gusto de tomar leche fresca calientita, para acompañar a los tradicionales panes con queso y huevo frito.

09:36 Partimos rumbo al pueblo Vilca. Habría sido ideal ir trekkeando, pero es un camino de aproximadamente 5 horas a ritmo de citadino (hay bajadas y subidas y 16 km de separación), así que no nos quedaba otra que ir en carro. Saliendo de Huancaya empieza el espectáculo del agua, por el que vale la pena viajar 12 horas y llenarse de tierra en el camino. El río se convierte en un conjunto de cascadas, estanques, lagos, cataratas, todos con aguas de distintas tonalidades (verdes, turquesas y toda la gama entre ellas) y super cristalina, tanto que se puede ver el fondo a la distancia. También hay una piscigranja de truchas y algunos pescadores con cordel en las orillas.


12:00 Nos encontramos con un inconveniente: una parte del camino (unos 5 metros) había sido cubierta por agua y dudamos que la coaster pudiera pasar. Decidimos dejar el carro ahí y pasar caminando sobre piedras. Más adelante nos encontramos con otra zona de agua, esta vez más larga y sin piedras por dónde pasar. Algunos se quitaron los zapatos y cruzaron caminando. Justo cuando Alvaro y yo nos estábamos quitando los zapatos apareció la coaster, así que subimos los que aún no habíamos pasado y llegamos al otro lado. La coaster nos llevó hasta un lugar donde emprendimos un pequeño trekking que se inició en el pueblo de Vilca, bastante pequeño y no muy pintoresco. Caminamos hasta una catarata impresionante formada por una escalera natural de roca por la que desciende el agua con fuerza. Según César, se llama "escalera al cielo". Al lado está el bosque sumergido, que no es más que eso: un bosque por el que pasa el río, realmente impresionante. Seguimos caminando rumbo a la laguna Papacocha.


14:30 Emprendimos el regreso, en medio de una lluvia con truenos que duró poco.

15:15 Abordamos el vehículo para el retorno.

16:30 Llegamos a Huancaya. Había luz, así que tuvimos la esperanza de cargar las pilas de mi cámara y de encontrar agua caliente para el baño. Ninguna de las dos cosas se pudieron concretar, porque el voltaje era muy pobre para mi cargador y porque la ducha eléctrica no funcionaba. Alvaro se bañó con agua helada.

17:15 Fuimos a almorzar al mismo restaurante. Para variar, tardaron muchísimo en atendernos y la trucha (sólo con arroz y huevo frito) no estuvo a la altura de la de la noche anterior.

19:00 Tuvimos una reunión de coordinación en el salón municipal. Mario propuso cambiar el itinerario del día siguiente dado que era probable que el transporte no pudiera trepar para ir al pueblo de Miraflores. Se decidió eliminar esta visita e ir de frente a Laraos para almorzar y hacer una caminata. Algunos se quedaron en el salón municipal para tomar el pisquito que había llevado Mario. Alvaro y yo fuimos a caminar un poco, tomar algo caliente y acostarnos. En la madrugada llovió y nos despertaron varias veces los músicos del pueblo (a partir de las 02:00) y la alarma de César (como siempre, a las 04:00).

Sábado 7 de abril

06:00 Nos levantamos y me bañé. Luego de empacar nuestras cosas y acomodarlas en la parrilla de la coaster tomamos desayuno.

09:00 Dimos una caminata por las afueras de Huancaya, siguiendo el curso del río que habíamos visto desde el carro el día anterior.



10:30 Subimos al carro y bajamos en Vitis. Ahí visitamos el cementerio y tomamos fotos desde el mirador.

11:40 Pasamos por la laguna Piquecocha.

13:23 Llegamos a Laraos. Está rodeado de cerros repletos de andenes. El pueblo está sobre una loma, las calles y algunas casas son de piedra y al lado está la laguna Cochapampa de aguas totalmente verdes. La plaza principal del pueblo tiene un detalle pintoresco: un sombrero gigante. Nos recibió el alcade con una breve reseña histórica. Además nos informó que no podíamos hacer las caminatas planeadas (por el borde de la laguna y hacia la catarata) porque ya no existía la orilla de la laguna donde hacía 2 años habían acampado algunos de los presentes (por el aumento del nivel del agua) y porque un huayco había tapado la caída de la catarata. Nuevamente Mario se encargó de acomodarnos en los cuartos disponibles, Alvaro y yo compartimos otra vez con los Lozano un cuarto de tres camas con baño propio. Luego de acomodarnos fuimos a almorzar. Esperábamos platos típicos de la zona pero las opciones fueron lomo saltado, carapulcra y picante de carne, a 4 soles el plato.


15:20 Empezamos el trekking por la trocha, sin ningún destino en particular. Empezó a llover nuevamente, justo cuando llegamos al punto de subida para la catarata tapada por el huayco. Subimos un poco y regresamos. Caminamos un poco más, hasta un puente en el que decidimos regresar para dar un paseo en bote por el lago Cochapampa.

17:00 Llegamos al lago, el bote estaba sin remos y no había nadie. Silvana localizó al encargado y nos embarcamos César, Diego, Alvaro y yo junto con dos remadores y un poblador más (supongo que era el suplente). El paseo duró casi una hora y fue super relajante.


18:00 Volvimos a tierra firme. Nos bañamos y fuimos a cenar. Los pobladores hicieron una fogata en la plaza y se reunió la gente alrededor de ella, escuchando música de arpa y tomando unos tragos. Alvaro y yo estuvimos ahí unos minutos y nos fuimos a acostar.

Domingo 8 de abril

06:00 Nos despertó el ruido de la gente caminando en el piso de arriba (el techo era de madera) y conversando afuera, además de la música típica y los anuncios en altavoz para los pobladores. Como a las 06:30 Alvaro y yo nos levantamos, me bañé y fuimos a desayunar. No había pan pero habíamos comprado algunos en Huancaya, así que los comimos con el queso y huevos fritos que pedimos y la leche Gloria evaporada que compramos porque lamentablemente no había fresca. Luego fuimos a caminar por el pueblo y compramos panes en una bodega. Más tarde nos enteramos de la existencia de una panadería escondida detrás de un portón de calamina. Fuimos y pudimos comprar pan fresquito, horneado minutos antes. Además de la frescura, su mayor contenido graso lo hacían mucho más rico que los otros panes que habíamos probado.



09:50 Emprendimos el regreso a Lima.

15:00 Paramos en la plaza de Lunahuaná para buscar dónde almorzar. Pensamos que encontraríamos restaurantes más baratos que "Mi Rosedal" pero no fue así. Además se demoraron en atendernos, pero al menos llenamos la barriga.

16:22 Seguimos nuestro camino hacia Lima.

17:30 Nos paró la policía de carretera. Yo estaba dormida pero me contó mi esposo que le hicieron señas a Noé para que pare y luego de saludar al policía, Noé siguió de largo. La camioneta nos siguió hasta que Noé paró. El objetivo, como siempre, era pedir coima, en este caso el precio de 3 galones de gasolina, alegando que César, quien estaba en el asiento del copiloto, no tenía el cinturón puesto (sí lo tenía). Tuvimos que regresar algunos metros hasta el grifo donde se cargó la gasolina.

19:40 Después de más de un susto por la velocidad a la que iba Noé para compensar el tiempo perdido en el incidente de la policía, llegamos a nuestro destino final: el ex cine Orrantia.

Un estudiante de la Pacífico nos entrevistó en la plaza de Huancaya. Entre otras cosas nos preguntó si volveríamos a visitar esos pueblos. No dudamos en responder que sí.

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1 Comments:

Anonymous Rodolfo said...

hola oye podrias escribirme a rodolfo_r80@yahoo.es, me gustaria preguntarte varias cosas sobre tu viaje, ya q yo y un grupo de amigos vamos a viajar para alla, muchas gracias. suerte.

4 April 2009 at 17:33:00 GMT-5  

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