Wednesday, March 03, 2010

Review: La Mint

Comer fuera es inevitable. Aún cuando uno promete cocinar todos los días de su vida (o comer sobras), uno no puede escaparse de las cenas de cumpleaños y parrilladas de despedida. Eso es lo que ha estado pasando últimamente, como cualquiera podría darse cuenta si pudiese ver mi cintura. He comido fuera 6 veces* en los últimos 5 días y ya aumenté varios kilos de grasa.

La primera de esas comidas fue la cena de cumpleaños de Marcelo, el amigo de mi hermana (no es que no sea mi amigo, pero Gladys nos lo presentó). Él escogió La Mint, un restaurante vietnamita/francés en Surry Hills, basándose en los comentarios que vio en Internet y después de haberle dado un vistazo al ambiente del lugar.

Alvaro y yo fuimos los primeros en llegar. Pedimos agua de caño; nos la sirvieron en una jarra con hojas de menta y hielo. Buen detalle. Esperamos a que lleguen los demás mientras revisábamos el menú. Yo ya lo había visto en Internet y, debido a que se trataba de un restaurante vietnamita con influencia francesa, pensé que sería mejor escoger comida vietnamita. Con eso en mente, había llevado un riesling de South Australia.

La Mint - tap water with mint and ice


Conversamos en español e inglés (había australianas, chilenos, peruanos y venezolanos en la mesa), mientras esperamos hasta que casi todos llegaran. No esperamos a Sergio porque estaba atorado en el tráfico.

La mayoría de gente escogió platos vietnamitas, excepto José Miguel que pidió Papillotes aux deux Fromages ("Wantanes crocantes rellenos con queeso Camembert y queso crema") como entrada y Gladys que pidió Oxtail à la Bourguignonne ("Suave y picante cola de buey à la Bourguignonne con zucchini, champiñones y zanahorias"). Alvaro y yo pedimos Vietnamese Campfire Beef ("Carne de res cortada en finas rodajas en un wok caliente en su mesa servida con papel de arroz y una canasta de hierbas frescas"), Halong Bay Style Grilled Prawns ("Langostinos tamaño U8 de Crystal Bay a la parrilla con especias asiáticas servidos con ensalada de mango verde") y arroz al vapor para compartir. Otras personas del grupo pidieron Pavé de Porc ("Un plato exquisito de suave panceta de cerdo, cocida lentamente hasta caramelizarse") y Dalal Lemongrass Chicken ("Pollo a la parrilla con especias vietnamitas, hierbaluisa, ají y hierbas frescas").

La carne que ordenamos vino en un wok que más parecía bol colocado sobre un plato que contenía un líquido inflamable. La mesera encendió el fuego de manera que la carne se calentó un poco (no estoy segura si había suficiente fuego para cocinarla, creo que llegó cocida de la cocina). Tratamos lo mejor que pudimos de enrollar las hierbas y carne en el papel de arroz después de mojarlo con el agua que nos habían traido en un bol, pero nuestros rollos no se veían tan profesionales como los de Marcelo, quien había ordenado el mismo plato. La carne vino con una salsa roja dulce buenaza.

La Mint - Vietnamese Campfire Beef


La Mint, Vietnamese Campfire Beef side vegetables


Los langostinos a la parrilla estuvieron bien, los mariscos australianos son un poco desabridos para nuestro gusto, y la ensalada estuvo muy rica. Sin embargo, para la cantidad y calidad de la comida creo que estaba un poco cara.

La Mint - Halong Bay Style Grilled Prawns


Las personas que comieron el chancho y el pollo dijeron que sus platos estuvieron muy buenos. Pero la opinión general del grupo fue que la comida estuvo rica pero no espectacular, sobre todo porque no era comida tradicional, sino tal vez una adaptación para los paladares occidentales. Si ese es el caso, deberían darse cuenta de que nuestros paladares occidentales se mueren por auténtica comida asiática!

No pedimos postres del menú porque el cumpleañero había recibido muffins y pedazos de torta de sus compañeros de trabajo. Cantamos happy birthday en varios idiomas y versiones y comimos los kekes, que me dejaron arrepentida de no haber ordenado los postres del restaurante.

Después de despedirnos de los que se fueron a su casa y de los que se fueron a juerguear, caminamos hacia la estación de Museum. No pude resistir la tentación y compré un postre "de a de veras" en Gloria Jeans. El postre, llamado Pecado Mortal, es una pila de calorías nutricionalmente nulas compuesta por capas de cheesecake, mousse de chocolate y merengue con crema. Pero sirvió para quitarme el sabor a keke barato.

* La cena y el postre contaron como 2 salidas a comer.

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