Wednesday, September 17, 2008

Purificación acuosa

Esta mañana me levanté como tantas otras a las 5:20. Fui al ñoba, me cambié y bajé a eso de las 5:45 con mis implementos para hacer postraciones. Una vez en la gompa escuché como agua que corría, como un caño abierto. Prendí la luz y vi el tremendo charco en el piso, no entendía qué pasaba, vi que el agua caía por la pared donde está colgado el árbol de refugio, subí al segundo piso y vi que también estaba mojado. Me pregunté si el agua vendría del baño de Javier pero abrí la puerta que da a la escalera externa y me di cuenta de que venía del tercer piso. Subí corriendo (ya había dejado mis cosas en el sofá cama del family room), el charco era aún mayor en la azotea. Entre todos los pensamientos que se agolpaban en mi cabeza estaba el deseo de no haber sido la culpable de semejante catástrofe. Felizmente, no fue así: el origen de todo fue la manguera de ingreso de agua de la lavadora de Rashid, la cual no funciona pero tenía la llave abierta. Resulta que dicha manguera estaba empatada a otra más corta y por el peso del agua se zafó.

Luego de cerrar la llave bajé corriendo a buscar una escoba, vi que el agua había entrado a la cocina, saqué lo que pude de agua hacia el jardín y subí nuevamente a la azotea con escoba y recogedor en mano. Anteriormente, gracias a la lluvia, nos habíamos dado cuenta de que los sumideros en la casa están super mal ubicados: en los puntos más altos del suelo. Intenté llevar el agua al sumidero pero era obvio que sería mucho más rápido usar un balde vacío de pintura. Al cabo de unas cuantas llenadas me di cuenta de que no podría sola y fui a despertar a Alvaro.

Alvaro empezó a sacar el agua del segundo piso, no sé si despertó a Hugo y Lucy o ellos se despertaron solos pero se encargaron del primer piso. En un momento bajé a ayudar a Alvaro a sacar el agua del cuarto de Javier (el único cuya habitación se vio perjudicada) y luego volví a intentar dejar el tercer piso lo más seco posible. Paré a las 7:05, hora de la ducha para salir a trabajar. Ya estaba todo bajo control, sólo quedaba esperar a que se sequen los cojines y algunas otras cosas que se mojaron.

Viendo el vaso medio lleno, fue una buena limpieza la que hicimos hoy. Viendo el vaso medio vacío, nos espera una cuentaza de agua el próximo mes.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

En este caso es mejor mirar las cosas desde el punto de vista del vaso medio roto.

22 September 2008 at 02:28:00 GMT-5  

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