Tuesday, March 18, 2008

Chaos in motion (part 1/3)

Hace una semanita volvimos de Buenos Aires (para variar). Esta vez no se trató de chamba ni de budismo sino de nada más y nada menos que Dream Theater y, de pasadita, Iron Maiden.
Salimos de Lima el sábado 1 de marzo en la madrugada (casi casi terminando el viernes) cansados y super preocupados por la noticia que nos dio Carlos justo antes de partir: por instrucciones de la dueña de la casa donde vivíamos y funcionaba el centro budista, teníamos que desalojarla el 10 de marzo (el día de nuestro retorno). La solución evidente era que alguien haga la mudanza por nosotros y los elegidos fueron los padres de Alvaro, aunque ellos no se mostraron muy contentos con el asunto.

Así nos fuimos, con mil cosas en la cabeza. Hicimos escala en Santiago y llegamos totalmente exhaustos en medio de una lluvia que me hizo dudar si había llevado la ropa apropiada. Llegamos al hostel donde habíamos reservado habitación. La decisión de ir a un hostel y no a un hotel era obvia: las entradas habían subido demasiado con respecto a la primera gira de Dream en Sudamérica. En el 2005 pagamos 57 pesos por concierto y ahora 275 pesos (la primera fecha) y 220 pesos (la segunda fecha). Si a eso sumamos los 223 pesos del concierto de Maiden y lo multiplicamos por 2 veremos que era mandatorio ajustar los gastos de alojamiento y comida. Fuera de que los baños eran compartidos, el hostel resultó bueno, bonito y barato.

Luego de acomodarnos salimos a hacer un pequeño reconocimiento de la zona y buscar algo de almorzar. Fui con mi lista de restaurantes de 30 pesos o menos recomendados en la Guía Oleo. Pasamos por varios que estaban cerrados o ya no existían, hasta que nos cansamos de buscar y caímos en un restaurante de costo promedio que resultó bueno. Comimos una pizza y una ensalada. En la tarde descansamos un poco y fuimos a comprar provisiones (el hostel tenía cocina compartida).

Al día siguiente salimos como a la hora de almuerzo a buscar un sitio de comida "china" con tenedor libre a 11 pesos, del cual habíamos recibido un volante el día anterior. En la calle del restaurante entramos a un locutorio/kiosko a comprar un dulce y, por esas casualidades de la vida, Oscar estaba ahí. Su amigo Leo estaba hablando por teléfono tratando de solucionar un problema que tenía con el departamento que había alquilado. Oscar estaba totalmente cansado y sucedido. Lo acompañamos a dejar sus cosas al mencionado depa y partimos los 3 a probar el dichoso restaurante "chino". De entrada nomás el local se veía medio tela pero ya estábamos ahí. La comida era espantosa y, en su mayoría, no era china. La carne era de dudosa procedencia. Salimos, más que decepcionados, asustados por una inminente infección estomacal.

Ese día aprendimos 2 cosas:
1) En Buenos Aires hay una seria confusión entre lo que es chino y no lo es y entre lo chino y lo japonés (en un restaurante anuncian como "auténtica comida china" al tempura
2) Si quieres comer barato, come lo típico del lugar (en este caso, empanadas o pizza)

El resto del día lo pasamos haciendo compras y paseando por ahí. En la noche acompañamos a Oscar a comer unos panchos y pasamos por el hostel de Miguel (anecdóticamente llamado Downtown) para coordinar con él la ida al concierto (ya que yo tenía su entrada) pero no lo encontramos. Le dejamos una nota para que nos dé una llamada.

El lunes era el día esperado pero no se sentía como tal. Fuimos a caminar por ahí, le pegamos otra visita a Miguel sin suerte y regresamos al hostel. La idea era ir a tantear el Sheraton, a ver si teníamos la suerte de entrar y ver a los DT. Oscar me prohibió ir con polo negro así que no me quedó otra que ponerme un BVD plomo. Mauricio llegó al hostel (había llegado a Buenos Aires en la mañana) con un polo negro que no era de DT.

Fuimos al Sheraton y vimos una mancha de fans en el mismo sitio donde estuvimos nosotros en el 2005. Decidimos cambiar de estrategia y entramos por el café que está al costado de la entrada principal. Salimos por la puerta del café al lobby del hotel y nos interceptó un hombre de seguridad. Salimos por donde habíamos entrado con el rabo entre las piernas. Sin abandonar el espíritu aventurero, entramos por la puerta principal Oscar y yo. Alvaro se quedó afuera porque se sentía un poco mal. Le preguntamos a un recepcionista acerca de los buffets y entró Mauricio. El recepcionista sospechó enseguida (¿será por los tatuajes?) y nos preguntó muy amablemente si de casualidad no habíamos ido para ver al "grupo ese... Deep Purple creo... porque si es así, todavía el grupo no ha llegado". A lo que Oscar respondió "¿Pero Deep Purple no tocó ayer?". Estaba claro que el tipo estaba perdido y que Dream todavía no había llegado al hotel. Por supuesto que negamos que íbamos por ellos e insistimos en que queríamos ir al buffet. Nos indicó que podíamos ir a los restaurantes a preguntar, fuimos a chequear pero no había nadie que nos pudiera dar informes. Regresamos a la recepción, Mauricio salió del hotel y nosotros hicimos un poco más de patería con el recepcionista (hasta hablamos de cebiche). Finalmente averiguamos que el buffet costaba 75 pesos sin bebidas y prometimos volver al día siguiente.

De regreso hacia el centro fuimos a almorzar a La Gran Flauta. Comimos bastante, así que volvimos al hostel a descansar un poco. Mauricio contestó un mail de Miguel en el que pedía instrucciones para el encuentro, le indicó que nos encontraríamos en el Luna Park a las 17:00. Salimos como a las 16:00 hacia el local, fuimos caminando por la Av. Corrientes, cruzándonos con gente que también tenía polo de DT. Llegamos al Luna Park y, para variar, no había un solo afiche de Dream en el local. En cambio, un panel gigantesco anunciaba la próxima presentación de Marco Antonio Solís. Fuimos a la boletería para retirar los tickets, casi no había cola así que las tuvimos en la mano en unos pocos minutos. Nos estacionamos en la puerta indicada en los tickets para esperar a Miguel. Esperamos, esperamos, esperamos y nunca llegó. Finalmente entramos con la mayor tranquilidad... casi. Ya sentados en la fila #10 de la platea preferencial central volteamos a ver por qué Oscar se estaba retrasando. Vimos que el de seguridad señalaba hacia atrás, como si no lo dejara entrar. Mauricio fue a averiguar, el problema fue que Oscar entregó en la puerta el ticket para el martes y se lo partieron. Estaba preocupado por no poder entrar al día siguiente y fue a hablar con el supervisor para que le firme y selle el ticket partido.

Una vez cómodamente instalados me encontré con Rodrigo de TSS y su pata. Estaban en la fila de adelante y también tenían un amigo que no había ido al concierto. A las 20:15 arrancaron los teloneros. Era una banda de aspecto emo sobre la que, sinceramente, no quiero comentar. Tocaron unos 30 minutos y empezó la expectativa por ver a Dream. A las 21:15 el semáforo pasó de rojo a ámbar y se inició la música de Psicosis. La expectativa estaba al máximo y la gente se levantó de sus asientos, sin moverse de su ubicación, lo cual no habría sucedido en Perú. Con la luz verde retiraron el telón que separaba el espacio donde tocaron los teloneros de los equipos de Dream, se inició el videito con el recap de todos los discos y aparecieron los Dream, a pocos metros de nosotros, tocando Constant Motion. El sonido estaba alucinante, casi perfecto, muy superior al del 2005.

En el setlist hubo canciones que ya habían tocado en Chile, pero hubo varias sorpresas alucinantes. El setlist completo fue éste:
Constant Motion
Never Enough
Endless Sacrifice
The Dark Eternal Night
Home
Misunderstood
Erotomania
Voices
Forsaken
Take The Time
encore:
In The Presence of Enemies part I
In The Presence of Enemies part II

Al borde de las lágrimas y completamente satisfechos, salimos del Luna Park y nos dirigimos a Plaza Serrano. Nos sentamos en el segundo piso de un pub tranquilo, a tomar unas chelas y comer algo.

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