Wednesday, September 20, 2006

Antankallo (10 Sep 2006)

Ya han pasado algunos meses desde que se formó la nueva generación de trekkers en TSS, integrada, como era de esperarse, por gente de promociones más jóvenes de la UPC. Lamentablemente cuando empezaron a salir yo estaba enyesada y tuve que esperar con paciencia (que es muy escasa en mi persona) hasta recuperarme casi por completo. El doctor me dijo que en setiembre podía volver al tkd, así que asumí que en setiembre podía volver también al trekking, y así fue.


El domingo 10 de setiembre había una salida programada para las cataratas de Antankallo, de nivel fácil, a la que me apunté sin pensarlo dos veces. Quedamos en encontrarnos en una panadería/juguería que queda por el Ovalo Santa Anita a las 7:30 am. César y Dieguito (su hijo) me esperaron en el paradero del Ovalo porque yo no conocía el local y además iba sola. Adentro nos encontramos con Moisés y Javier, quienes ya habían ordenado su desayuno (jugo y dos panes con huevo frito para cada uno). Poco después llegaron Charlie y Erika y finalmente Iván. Esperamos a Christian y Jean pero estaban inubicables y nunca llegaron, así que partimos. Tomamos dos carros que nos llevaron cerca al parque Echenique de Chosica y de ahí partimos en micro a Matucana.


Desde Matucana se camina por una pista que va subiendo poco a poco por el cerro hasta convertirse en trocha, el camino en este punto tiene muy poca pendiente. A nuestra derecha había chacras con vacas (familiares de Moisés) que se convirtieron en las primeras fotografiadas de la salida. Pocos metros más allá hay un puente que marca el inicio de la caminata. Al principio íbamos en mancha, como siempre, y poco a poco se marcaron las distancias obvias. César y Dieguito adelante, seguidos por Iván, Moisés y yo y más atrás Charlie, Erika y Javier. Hubo un trecho con un poco de pendiente, pero fue corto. Luego llegamos a un punto de descanso (la piedra que señala la cercanía al cerro "cabeza de león"). Conversamos y comimos algo y nos dimos cuenta de que Javier no llegaba. César fue a su rescate y logró hacerlo llegar hasta la piedra.



Descansando Posted by Picasa



La espera y el descanso nos hizo mal, el pequeño trecho con algo de pendiente que siguió nos pareció un poco duro, pero al poco rato el camino se hizo más plano y llegamos sin dificultades (previo paso por la vuelta en U al borde del abismo coronada por un letrero de "curvas peligrosas") a la entrada del sector de las cataratas. Un funcionario muy bien educado nos cobró 2 soles por concepto de limpieza y manutención de la zona y nos dirigimos, pasando por un puente colgante, a la catarata principal para la sesión de fotos respectiva.



Los trekkeros Posted by Picasa


En la cascada Posted by Picasa



La catarata no era muy grande y el aire dispersaba su curso de vez en cuando. Pero igual las fotos salieron bien y luego de estar un rato retozando dentro o cerca de sus aguas fuimos a la zona de picnic para alimentarnos. Nos preguntábamos qué había sido de Javier. Moisés logró comunicarse con él por celular después de varios intentos fallidos por conseguir señal (nota mental: comprar radio) y avisó que estaba en el pueblo y que nos esperaría ahí. Luego de un rato emprendimos el retorno.


En el camino había colegiales que obstruían el tránsito. Moisés e Iván lograron esquivarlos y llegaron al toque al pueblo. Yo no iba tan rápido, sin correr porque mi dedo se estaba quejando, pero apurando un poco el paso. Aún así llegué al pueblo y no había rastros de los demás, llegué casi junto con César a la plaza de armas donde nos encontramos con Javier, Moisés e Iván.


Javier había sido víctima de una estafa en un restaurante local, le cobraron 17 soles por una milanesa con papas y un agua mineral. Obviamente, a la hora del lunch fuimos a otro restaurante, comimos rico y emprendimos el regreso a casa.

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